Roma bajo sus pies, llena de ruinas como su corazón. Sin exigir reformas. Solo quiere sentir amor. No la cuidaron como debían. Ahora solo les queda amar su caos tanto como a su rebeldía. Llena de idas y venidas. Rota, pero no vacía. Así aprendió el valor de quien está hoy. Porque en un mundo que nada dura, querer es poner sentencia perpetua a un nuevo amor.
Ya no siento que me ahogo, siento que me pierdo. Que cada vez estoy más lejos de lo que quiero y de quién quiero. Los días pasan lentos, y los recuerdos y sueños retumban por dentro. Que el querer me da miedo. Que siempre hago un plan de escape para mis sentimientos. Que no quiero seguir sintiéndome sola, ya que me he acostumbrado a que eso es lo que merezco. Nunca antes había querido salir de esta jaula. Sin embargo, ahora no veo el momento exacto, pero no sé como hacerlo. Necesito ayuda, enséñame a confiar.