Y tengo ganas de verte, pero como decírtelo si apenas hablamos, si la indiferencia se apodera de nosotros, si el orgullo es lo primordial antes que un beso. Que pasa si las ganas me superan, me aumentan, me enloquecen, me abastecen. Ahí estas tú, entre el sí y el no, entre dudas con confusiones y libertad para el amor, entre un café o una cerveza o el orgullo y la indiferencia, entre tú o yo, y nosotros. Estas entre lo que me da miedo tener pero entre lo que quiero poseer, ahí estas tú ni abajo ni arriba, ni con todo ni con nada. Estas ahí, a medio camino, decidiendo si huir o correr hacia mi. Ahí estas, en un mar de dudas donde quieres aparentar ser de acero cuando eres de metal. Donde pareces decidido hasta que te dejas llevar por el momento, por los sentimientos o por mí.