Alguien que te mire como si fueras magia, que tu cuerpo sea el mejor destino de ida y nunca de vuelta. Que sus besos te sepan a fresa y siempre su mano signifique estabilidad. Que te empiece a querer sin quererlo, que te ilusione con cada acto y no con palabras. Que viaje por las constelaciones que forman tus lunares, y que cure tus heridas pasadas hasta que cicatricen sin importancia. Que convierta cada día en vuestro día y no solo el domingo por la tarde. Que seas feliz, que seas tú pero que con él todo crezca, que no necesites ir atrás para caminar hacia delante, que todas las preguntas se resuelvan solas en cada beso y que las dudas no existan. Alguien que te quiera, mucho o poco, pero de verdad. Sin miedo a darlo todo. Sin miedo a la caída. Sin vértigo. Un amor que te haga volar con los pies en la tierra. Eso, eso es lo que se necesita. Volar. Alguien que te haga pensar, pero no desconfiar. Alguien que te quiera para más, y no para menos. Que sume, y n