Eso es lo que me da cuando pienso que tus labios no volverán a rozar los míos. Ecos de miedo que se repiten en mi cuerpo cuando te alejas. Lo único que me asusta es que ese amor no sea lo suficientemente real como para vivir de el o con el. Dejemos que el mar de dudas no nos ahogue y aprendamos a nadar entre ellas. Que los miedos no nos contaminen el presente para poder respirar amor puro sin tener que axfisiarnos entre pasados. Olvidarnos de todo el dolor que un día llegamos a sentir para así volver a lanzarnos por amor. Quitarnos ese peso de encima que nos hace retroceder. Que a veces lo que más miedo nos da es lo que más necesitamos para vivir. Ese toque de locura, de dejarnos llevar otra vez. Un cambio de aire fresco, sentir, besar, y no parar de volver a repetirlo todo una vez más. Parar el tiempo solo si estamos juntos, cerca o lejos es lo de menos. Podemos con el destino, podemos con todo. Corramos detrás de la felicidad para alcanzarla y no en dirección contraria. Que por mucho