En ocasiones me persiguen. A veces, cuando es de día. La mayoría (cuando estoy sola,) de noche. Tienen bastante poder sobre mi cabeza. Vuelven para recordar para revivir para volver a sentir el fuego y hacerme polvo de aquella ceniza. Por mucho que corra ahí están. Me persiguen. Se han acostumbrado tanto a mis idas y venidas, que se asentaron en mi. Para quedarse de por vida. O eso parece. Firmaron un pacto con mi corazón a cambio de mantener viva la esperanza. Pero ella ya murió, y ahora dicen que no. Que no se van. Que aunque el contrato ya termino; Siguen empeñados en quedarse. Siguen empeñados en volver atrás. Siguen empeñados en que sí, en que sí se puede. Ahora les llamo insoportables porque.. ni dejan vivir, ni dejan seguir. Siguen creyendo ser f