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Mostrando entradas de diciembre, 2015

Tu boca mi próximo precipicio

Me he pasado la vida cayéndome y levantándome, tropezándome con piedras, chocando con paredes, resbalándome con las malas decisiones, ignorando las malas lenguas que han intentado perjudicarme. Le he dado valor a cosas visibles solo para mí, haciendo así un altar para ellas en la cima más elevada de mi corazón. También soy amante de esos recuerdos de los que nadie se acuerda, estos están en una esquinita de mi mente y les protejo de cada guerra que a querido que queden en el olvido. Me ha invadido la negatividad y la tristeza. He visto el día, el mañana, el futuro, negro, oscuro, difuminado pero siempre con la cabeza en alto...  He saltado entre nube y nube sin querer volver a la afligida realidad de la que tanto huía, teniendo todo totalmente controlado y planificando cada momento, cada segundo de mi imaginada vida. También he volado como si fuera un alma libre sin depender de nada ni nadie, me he creído una arisca vagando por el mundo, creando muros duros difíciles de romper para que

¿Azúcar o Sal? Amor y felicidad. Desprecio y desesperación.

A veces el amor puede ser la pizca de azúcar que necesitamos para vivir y reír o el toque de sal que nos hace volver a la realidad. Debe de ser ambas por igual, donde amar con locura sea primordial antes que amar con frialdad. Donde la sinceridad abunde y no haya hueco para mentir con piedad. El amor es transparente, no exige, no obliga tan solo dispone de cuanto tiene y es entregado con el llamado "ticket" sin poder ser devuelto a su dueño una vez que este lo dé todo de sí . Porque el amor una vez entregado no se puede exigir que vuelva, ya que ese sentimiento ya no es el mismo, no es igual. Cambio al igual que nosotros. Y es que hablar de amor es hablar de uno mismo. El amor no es nada sin un todo, sin detalles que marcan un antes y un después, sin sonrisas que se clavan en nuestro pensamiento, sin recuerdos que se meten en nuestro corazón, sin miradas que piden a gritos un beso de esos de los que no son olvidados jamás. Y es que hay que estar o muy enamorado o con el co