Y solo espero que esa inspiración que tenía vuelva, que una página en blanco no sea motivo de desesperación, y que las palabras vuelvan a fluir por mi corazón como por mis dedos con la misma ligereza que son escritas, que el amor por la escritura nunca quede en el olvido ya que lleno un hueco que estaba vacío.
Y es que escribir no es solo escribir, no son solo palabras juntas para hacer una simple o compuesta oración. Es mucho, es mucho más eso. Escribir es amor por cada palabra, por cada significado que pueda tener, es emoción por lo que te puedan hacer sentir estas. Es amor propio a reflejar lo que tu interior siente en un folio en blanco. Es ser abstracto ante la gente, ser complejo y respetar todas sus criticas, tanto buenas como dañinas.
Escribir es dejar que tu corazón y tu mente se unan para dejar correr la libertad de tu sabiduría por tus manos hasta que acabe la sinceridad escrita como motivo del reflejo de tu alma.
Pueden haber muchos temas sobre diferentes escritos, canciones, bailes, libros, experiencias, dibujos incluso cosas materiales como una simple flor. Nada de eso tiene valor o significado hasta que se lo damos, hasta que nos hacen sentir la empatía, y con ella la liberación y el amor...
Mi inspiración esta al borde del precipicio y no le culpo, pues cualquiera lo estaría conociendo mi más sincero yo, llamado locura.
Las palabras cobran sentido cuando les damos una buena determinación, ahí cobran vida para dejar de ser letras encadenadas formando un termino concreto y finalizando en nosotros una emoción provocada.
Escribir es una forma de liberación, de sentirte libre, de no estar condicionado a alguien que no seas tu, de que nadie influya en tus palabras, porque escribir es una forma de revelarse ante el mundo, de encontrarte a ti, de no tener etiquetas ni ser motivo de dependencia. Es donde la sinceridad abunda y la mentira no existe, donde las emociones son motivo del encanto de los aplausos del corazón.
Y es que escribir no es solo escribir, no son solo palabras juntas para hacer una simple o compuesta oración. Es mucho, es mucho más eso. Escribir es amor por cada palabra, por cada significado que pueda tener, es emoción por lo que te puedan hacer sentir estas. Es amor propio a reflejar lo que tu interior siente en un folio en blanco. Es ser abstracto ante la gente, ser complejo y respetar todas sus criticas, tanto buenas como dañinas.
Escribir es dejar que tu corazón y tu mente se unan para dejar correr la libertad de tu sabiduría por tus manos hasta que acabe la sinceridad escrita como motivo del reflejo de tu alma.
Pueden haber muchos temas sobre diferentes escritos, canciones, bailes, libros, experiencias, dibujos incluso cosas materiales como una simple flor. Nada de eso tiene valor o significado hasta que se lo damos, hasta que nos hacen sentir la empatía, y con ella la liberación y el amor...
Mi inspiración esta al borde del precipicio y no le culpo, pues cualquiera lo estaría conociendo mi más sincero yo, llamado locura.
Las palabras cobran sentido cuando les damos una buena determinación, ahí cobran vida para dejar de ser letras encadenadas formando un termino concreto y finalizando en nosotros una emoción provocada.
Escribir es una forma de liberación, de sentirte libre, de no estar condicionado a alguien que no seas tu, de que nadie influya en tus palabras, porque escribir es una forma de revelarse ante el mundo, de encontrarte a ti, de no tener etiquetas ni ser motivo de dependencia. Es donde la sinceridad abunda y la mentira no existe, donde las emociones son motivo del encanto de los aplausos del corazón.
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