Nunca antes había querido tanto algo, como esa noche que necesitaba de tus brazos para curarme. Desde que te conocí has alejado mis males y todos los fantasmas en cada sonrisa, en cada mirada. Solo necesitaba estar cerca de ti para sentirme a salvo de cualquier tempestad. Supongo que a veces somos contradictorios...y nadamos a contra corriente. También, mi problema es que soy demasiado impulsiva, y no pienso las cosas como debería. Pero, aunque el tiempo pase y hayan épocas en las que no nos veamos ni un pelo, seguiré teniendo ganas de ver un mensaje tuyo llamándome "pequeña" de nuevo. Me sentía tan grande... Siempre has sabido como hacerme reír, dibujarme una sonrisa y mantenerla a flote en un día lluvioso. Imagino que por eso te metiste debajo de mi piel. Eras arcoiris después de una tormenta, y hacías música en mi corazón con cada latido tuyo. Me alborotas la vida sin quererlo, y queriendo, también. Ojalá algún día tengamos ese momento tan nuestro, y me despierte con vistas a una playa soleada y a mi lado tú, con esa cascada de pestañas. Un domingo más me quedo con las ganas de tener tu mano junto a la mía y de que por una vez no nos soltemos. Quédate, yo me encargo del resto.
Nos conocimos por casualidad hace años, supongo que el destino y tus ganas de hablarme dieron pie a este sentimiento. Han sido unos meses locos, de risas y enfados, pero sobre todo, risas. Supongo que coincidimos en tanto que a veces chocamos. Y no esta mal. No esta mal, porque siempre nos ganan las ganas. Ganas de conocer mundo con una cámara en la mano, ganas de descubrir hasta donde podemos llegar cada día y cada noche, de llamadas que no tienen fin y muchas canciones. Aunque, para canciones "la nuestra". Que bonita suena desde aquel día. Nuestros amigos seguirán intentando que todo vuelva a la "normalidad", tus amigos me preguntarán por que eres tan importante para mi y seguiré respondiendo de la misma manera, mis amigas dirán que no entienden nada y que todo se arreglará. Aunque, solo se arregla si dos quieren y aquí uno falla. Ahora ya nada es igual. Soy un desastre y tú un orgulloso. Aquella noche no perdí, perdimos los dos. Cada uno a su manera, cada uno c
Comentarios
Publicar un comentario