Desde el primer segundo en el que te escuche, algo en mí reacciono. Me quede sorprendida, sobresaltada. Tú hubieras dicho que en pesca, como siempre dices que me pillas. Pero..realmente me quedo embobada observando cada peca de tu cara, cada mirada, cada pestaña, cada gesto, cada palabra que sueltan tus labios... Simplemente observándote. Que a veces me quedo callada, que se me olvida todo. Te contemplo hablar y entonces, el mundo comienza a brillar. Llamame loca una vez más que para esta vez si tendrás motivos. Apareciste de la nada, como algo que no se espera pero sí como algo que dentro de mí me estaba pidiendo a gritos. Como una señal del destino, como la mejor manera de la vida de decirme :"Salta, salta una vez más a la piscina, no tengas miedo de que esta esté vacía". Total, ya vacía me sentía yo. Nada podía perder que no hubiera perdido ya. Que no me hubiera perdido ya. Mis ojos tuvieron una dura batalla aquella noche de verano. Que entre tanta gente, música, copas, tuvieron la oportunidad de fijarse en ti. No sabían si mirar tu sonrisa o mirar esos ojos cafés tan bonitos que tienes. Y sé que lo odias, que prefieres un Cola Cao caliente. Sin embargo, de todos los cafés que he probado el único capaz de quitarme el sueño, han sido los tuyos. Metafóricamente hablando, claro. Que sin quererlo has despertado en mí esa esencia de querer dar aunque no sea lo primero que se quiera. Has llenado mis ojos de esperanza, y no tiene nada que ver el color de estos. Mi vida cada día da un giro enorme. Me despierto con la sensación de que hoy todavía estas y me acuesto con la duda de que sí mañana seguirás estando. En un segundo podemos volar y en otro caminar, pero nunca, nunca nos paramos. Damos un pasito adelante, intentando que nuestra cabeza pase desapercibida, dejándonos llevar.. pero de repente damos dos para atrás, la cabeza es la única que no nos deja en paz. Hoy estamos, de alguna forma estamos. Y es que algo me lo decía, que tenía que pasar, que teníamos que pasar por nuestras vidas. Conocernos. Quien sabe como esto seguirá. No me importa lo que pueda pasar en un futuro, me importa que hoy aun me importes. Que las dudas van y vienen, que se van cuando te miro, que vuelven cuando no me miras. Y qué, que mas da lo que miremos, mientras eso nos haga felices. Te miro, sonrió y lo único que quiero es que lo hagas tú también. Que seas feliz. No es fácil. No es fácil darse cuenta de que alguien te importa, aceptar que sin quererlo todo cambio, al menos para mi. Tienes esa facilidad de sacarme de quicio, al igual que yo a ti. Tan diferentes, tan opuestos, tan distintos que por eso sigue siendo un misterio que aun sigamos aquí. Confías en mi y eso que no confiabas en nadie. Ni en tu sombra. Confío en ti y eso que me costaba horrores hacerlo. Supongo que eso lo es todo, confiar en nosotros. Creer que se puede, creer en nosotros. Y es que de alguna pequeña manera nos tenemos y eso me hace inmensamente feliz. Y sé, que lo mejor esta por venir, con nuestras dudas, con nuestros miedos pero sin dejarnos caer como cada día lo hacemos.
Nos conocimos por casualidad hace años, supongo que el destino y tus ganas de hablarme dieron pie a este sentimiento. Han sido unos meses locos, de risas y enfados, pero sobre todo, risas. Supongo que coincidimos en tanto que a veces chocamos. Y no esta mal. No esta mal, porque siempre nos ganan las ganas. Ganas de conocer mundo con una cámara en la mano, ganas de descubrir hasta donde podemos llegar cada día y cada noche, de llamadas que no tienen fin y muchas canciones. Aunque, para canciones "la nuestra". Que bonita suena desde aquel día. Nuestros amigos seguirán intentando que todo vuelva a la "normalidad", tus amigos me preguntarán por que eres tan importante para mi y seguiré respondiendo de la misma manera, mis amigas dirán que no entienden nada y que todo se arreglará. Aunque, solo se arregla si dos quieren y aquí uno falla. Ahora ya nada es igual. Soy un desastre y tú un orgulloso. Aquella noche no perdí, perdimos los dos. Cada uno a su manera, cada uno c
Comentarios
Publicar un comentario