Miras al cielo con la esperanza de encontrar respuestas. Respuestas a las preguntas que quizás ni te hallas planteado. Todo ha sido un caos estos últimos meses. Muchas subidas y bajadas. Muchas personas y pocas sinceras. Muchas sonrisas fingidas y pocas con ganas. Muchas lágrimas a solas y pocas en compañía. Han sido meses de creer hasta en lo imposible y de sentir lo increíble. De tener la rabia y el coraje a flor de piel. De impotencia. De negar tu existencia. De ocultar lo que siento. De que mis ojos marquen tu silueta y de que nada valgan mis palabras. Que se quedan vacías, tanto o igual como lo estoy yo por dentro. De hacer todo lo posible por tener tu atención y acabar más lejos. De ver la vida como un juego y yo jugar a ser la mejor jugadora. De poner las cosas claras sobre la mesa y tirar el dado para ver que careta ponerse cada mañana. De querer salir corriendo y acabar durmiendo. De querer gritar a los cuatro vientos y acabar callando por completo. De que cada suspiro no tenga tu nombre y apellidos. Que a cada recuerdo le crezcan alas y así echarse a volar. Lejos, muy lejos. Tan lejos como lo estas hoy tú de mi. Que quiero poder olvidarte porque a día de hoy no sirve de nada recordarte. Que querer que vuelvas es una cosa y que lo hagas es otra muy diferente. Que esta bien que tengas tus miedos pero esta mejor si juntos los hacemos desaparecer. Que te acojonaste. Quizás, porque te quería como antes no lo habían echo. De verdad. Pero así soy, todo o nada. Y contigo aun quiero todo aunque ahora no me des nada. Solo tu recuerdo.
Nos conocimos por casualidad hace años, supongo que el destino y tus ganas de hablarme dieron pie a este sentimiento. Han sido unos meses locos, de risas y enfados, pero sobre todo, risas. Supongo que coincidimos en tanto que a veces chocamos. Y no esta mal. No esta mal, porque siempre nos ganan las ganas. Ganas de conocer mundo con una cámara en la mano, ganas de descubrir hasta donde podemos llegar cada día y cada noche, de llamadas que no tienen fin y muchas canciones. Aunque, para canciones "la nuestra". Que bonita suena desde aquel día. Nuestros amigos seguirán intentando que todo vuelva a la "normalidad", tus amigos me preguntarán por que eres tan importante para mi y seguiré respondiendo de la misma manera, mis amigas dirán que no entienden nada y que todo se arreglará. Aunque, solo se arregla si dos quieren y aquí uno falla. Ahora ya nada es igual. Soy un desastre y tú un orgulloso. Aquella noche no perdí, perdimos los dos. Cada uno a su manera, cada uno c
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