No tenemos que creer en nosotros mismos, debería de ser esencial hacerlo para así encontrar la plena felicidad dentro de cada uno. El creer o no creer es una confianza o desconfianza que tengamos hacia nosotros mismos, hacia nuestro entorno o familia.
Podemos llegar a hablar de esa felicidad interior como una vela. La vela se apaga cada vez que hay un soplido o un fuerte viento, es decir cada vez que no creas en ti, que no confíes en ti esa vela no iluminará, no te iluminará, estarás totalmente perdido sin saber que poder hacer. Sin saber porque camino decidir ir.
Creer en ti es comprender que da igual el camino que puedas elegir, si es bueno disfrútalo, siente que lo mereces y aprovecha cada segundo que puedas pero si es todo lo contrario no te preocupes, lo tomarás como experiencia y tú yo interior crecerá más fuerte. A base de golpes se aprende, de palo tras palo.
Cuando crees en ti ningún viento ni huracán logrará apagar tu vela por muy fuerte que pueda ser. Porque esa vela contiene energía, tu energía. Cuando más fuerte eres, cuando tengas el verdadero dominio de tu mente, espíritu y cuerpo, ahí te darás cuenta de lo valioso que eres realmente. Y si tu lo sabes y lo sientes no hará falta que nadie te lo haga ver porque se darán cuenta ellos por si solos.
Creer en nosotros significa querernos tal y como somos, aceptar nuestro pasado, vivir el presente e ir construyendo un futuro.
Cuando logras esa plena felicidad interior te sientes completo, te sientes equilibrado, tú mismo, sientes tu esencia y el poder de tu energía.
No te preocupes en demostrar cuan valioso eres, sé tú y todos se darán cuenta por si solos.
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